(Articulo publicado en catalán por l’ECONÒMIC)
Vivimos en momentos donde se hace importante encontrar nuestro elemento. Veo gente muy desesperada porque no tiene ni trabajo ni perspectivas de encontrarlo. Cierto es que las circunstancias no ayudan. Pero a veces el peor enemigo lo tenemos en nuestro interior. Encontrar o no nuestro elemento es clave.
Pero , ¿qué es el elemento? Ken Robinson lo tiene muy claro: encontramos el elemento cuando hacemos algo que nos entusiasma y que está alineado con nuestros talentos y capacidades . Además, si nos encontramos en el lugar más adecuado y en las mejores circunstancias posibles, la sensación de fluidez será aún mayor. Un ejemplo? Podríamos pensar en un joven Ferran Adrià que apasionado por la cocina , supo encontrar (la suerte también ayuda) un lugar que le permitiera exprimir sus habilidades y manías personales.
Muchas veces , cuando hablo con personas de mediana edad que no tienen trabajo o que tienen uno precaria o que no los llena profesionalmente, siempre les pregunto: pero a ti qué es lo que realmente te gusta ? La respuesta, muy a menudo , es un lacónico “es que no lo sé … ” Y ese es el problema. Muchas personas no son creativas porque se sitúan muy lejos de su zona , de su elemento.
Si no tenemos la suerte, ni buscamos de hacer lo que realmente nos gusta , es complicado poder ser realmente creativo e innovar .
Por extensión, es el problema que tienen muchas empresas , llenas de personas que sólo van a trabajar para ganarse un sueldo y poco más . Lejos de su elemento , se dedican a hacer el mínimo y ya está . La empresa pierde así un enorme potencial creativo. Tom Peters afirma que las empresas aprovechan tan sólo un veinte por ciento del talento de sus colaboradores . Increíble pero cierto.
¿Qué hacer para encontrar el elemento? Escuchar nuestro mundo interior con calma y procurar identificar nuestras pasiones . Lo que realmente nos gustaría hacer. Normalmente nos gustan cosas para las que más o menos , estamos preparados. A nadie le pasa por la cabeza, por ejemplo, ser negociador si nota que no tiene habilidades para la empatía y la resolución de conflictos.
Una vez hemos identificado lo que realmente nos gusta hay que poner manos a la obra y complementar nuestras capacidades básicas con el conocimiento más preciso que da una buena formación.
Nunca es demasiado tarde para aprender y cambiar. Es cierto que no podemos empezar una carrera de medicina a los cincuenta años, pero tal vez podamos hacer cosas relacionadas con el mundo de la salud estudiando de forma más breve alguna práctica que no requiera tanta inversión de tiempo. Conozco un antiguo publicista que se reinventó con éxito en osteópata. Fantástico ! Está haciendo algo que le llena de satisfacción día tras día.
Gestionar nuestra felicidad es posible. Pero hay que ser proactivo y dejarse de lamentaciones. Demasiada gente se queja de la crisis. Quizás es que pretenden aplicar las fórmulas de siempre en un entorno que ha cambiado para siempre. En un mundo líquido, como dice Zygmunt Bauman , hay que ser también líquido .
